Tecnología: energía extra centrada en eficacia

Por Víctor J Falcón Borges

Somos quienes captamos la energía del Universo y la volvemos tecnologías tanto útiles como dañinas para la sociedad.

«La humanidad está adquiriendo toda la tecnología adecuada para todas las razones equivocadas.» 

R. Buckminster Fuller

En la naturaleza, la energía universal se canaliza por medio de la vida y nosotros la reforzamos con el poder de la inteligencia y la agrupación colectiva.

Somos exploradores en un planeta lleno de misterios donde la curiosidad y la tendencia a experimentar nos son innatas: fabricamos herramientas para cazar y sembrar, viviendas para vivir con seguridad y conveniencias variadas para simplificarnos la vida.

En el ámbito del Universo, más allá de la invención de la vida, del desarrollo de la inteligencia humana y de la capacidad de operar asociadamente, la tecnología representó una porción adicional de energía a nuestro servicio con la que se abrieron horizontes para explotar con ventaja muchos recursos ya existentes en el planeta.

La columna vertebral del desarrollo tecnológico.

Dos grandes emprendimientos tecnológicos signaron el progreso impactante de la sociedad moderna:

* El electromagnetismo, el uso de la electricidad para producir un movimiento rotatorio mecánico [Michael Faraday, 1860] y el comportamiento de la luz por Albert Einstein, 1905;

* La informática, el desarrollo del computador y la ordenación del conocimiento en Bases de Datos para transmitir y recuperar la información a distancia… la divulgación del amplio espectro del aprendizaje humano.

Dos gigantescos avances tecnológicos que permitieron un racimo de progresos impresionantes: energía nuclear, biotecnología, nuevos materiales, superconductividad, inteligencia artificial, robótica, neurociencia, conquista del espacio, astrofísica, entre otros… de gran resonancia en el desarrollo de la humanidad.

Sumamos más energía; a la de la vida le añadimos la de la mente inteligente y la de la asociación con los demás, y ahora, la que generamos con tecnologías, ventajas para evolucionar con mayor rapidez.

El aporte del Universo para el desarrollo tecnológico.

Las leyes de la energía se integraron al esfuerzo humano mediante dos guías que nos han acompañado:

La identificación de PATRONES presentes en los fenómenos naturales y la generación de MODELOS para explicarlos y aprovecharnos de ellos.

Ptolomeo descifró los patrones presentes en los cielos para desarrollar su modelo del sistema solar centrado en La Tierra, modificado luego por Copérnico y Galileo con El Sol en su lugar.

* Los patrones representan la forma eficaz (1ª Ley) con que la naturaleza nos ha ayudado a aprovecharnos de la energía:

La estacionalidad para la exitosa agricultura en las riberas del Rio Nilo; la invención del “sonar” simulando la orientación sónica de los murciélagos; o el uso del Silicio, vecino en la tabla periódica del Germanio, semiconductor escaso y costoso de los primeros transistores de los 50’s, que originó el “chip de Silicio”, abundante y barato; el Litio en baterías enfrentado a compuestos de Flúor, los extremos de la serie electroquímica de los metales, para lograr un mayor voltaje; la posibilidad de torcer la dirección de la luz en una fibra óptica…

Una retroexcavadora en operación seguramente nos recordará las articulaciones de su brazo, patrones similares que podemos observar en los productos y sistemas que utilizamos a diario.

* Los modelos, la interpretación de los fenómenos naturales y socioeconómicos mediante la simbología, una forma muy eficiente (2ª Ley) para predecir su comportamiento real o, como con el análisis morfológico, diseñar nuevos artefactos:

Las aves y colibríes modelaron los aviones y el helicóptero; la predicción de la ruta de huracanes; las relaciones causa-efecto para explicar comportamientos, árboles de decisión y árboles de fallas para actuar con atino en esas circunstancias; los enfoques para asegurar la calidad ISO-9000; modelos matemáticos para explicar escenarios posibles usados en la economía; sistemas, procedimientos y protocolos para asegurar que se sigan las instrucciones: hacer reparaciones, llenar formularios, armar equipos… y muchos otros.

Los sueños de la humanidad… la fuerza propulsora de tecnología.

Dos leyes de la energía que sembradas en la iniciativa e intereses humanos dirigen la producción de tecnologías y la simplificación física e intelectual de las tareas, la reducción del esfuerzo, el aumento del confort, la disponibilidad de tiempo libre, la rapidez.

Es también la búsqueda de libertad: medios para transportarnos y conocer el mundo, la conectividad social, la rápida divulgación de los eventos, la globalización en asuntos de interés general… logros todos con los que hemos eliminado limitaciones.

La grandeza que sentimos con las tecnologías hay que interpretarla de modo que no sea simplemente una ilusión del ego:

Nuestra efectividad personal radica en transformar la energía para beneficiarnos usando los recursos con eficiencia, y la combinamos con la que aportan los demás para el beneficio colectivo.

El espejismo de la tecnología en el problema ambiental.

El vertiginoso desarrollo alcanzado con las tecnologías no ha sido secundado con la energía necesaria para volver a ordenar los desequilibrios que originan, cambios y orden fuera de sintonía; sabemos que el modelo de desarrollo de los Mayas, destruyendo bosques para construir templos, no les funcionó… y nosotros estamos haciendo lo mismo.

Originamos un desarrollo económico fenomenal y un desorden ambiental también mayúsculo: bosques sobreexplotados, extinción de la biodiversidad; productos que acumulan basura, combustibles que contaminan. ¡Hemos creado una crisis climática mundial!

El patrón que exhibe la naturaleza es el “reciclaje de los principios vitales que mueven la energía en el ecosistema.”

Los elementos de la vida se reciclan para volverlos a utilizar, así como la cadena alimentaria que recicla naturalmente todo lo que antes tuvo vida.

Tecnologías cuyos productos y subproductos no se puedan reciclar son un veneno para el ecosistema

La sociedad también recicla los beneficios que genera para distribuirlos en alimentos, servicios y empleos generalizados para la población. La ampliación de la cobertura de tecnologías digitales es, más allá de la tecnología en sí, su aspecto más impactante por su potencial de llegar a las mayorías.

Tecnologías usadas con poca eficiencia, destruyen, pero, si hacemos lo contrario, “controlándolas”, la segunda ley, podremos sobrepasar la crisis climática actual

Ser eficaces en tecnologías maravillosas sin vernos representados como actores que somos de su concepción, aplicación, utilización y en el rol activo que tenemos para asegurar que todos se beneficien de ellas, es una falacia que nos aleja de la realidad.

¡Hagamos el cambio!

«La tecnología sola no nos salvará si no empezamos a redistribuir la energía en lo realmente importante para nuestra supervivencia.»

Eudald Carbonell

Antropólogo

 

Escrito por

Víctor José Falcón Borges

El Don de la Energía

www.eldondelaenergia.com

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Del autor

Víctor José Falcón Borges

BChem, BEng (Chem), MEng (BioChem), MBA, AMIChemE

Soy Víctor José Falcón Borges, profesional de la química, ingeniería química y bioquímica y administración de empresas, docente de pre y posgrado, con experiencia en ciencias gerenciales y negocios, pero también un amante la naturaleza, la vida y la familia.

Por más de 40 años me he dedicado de forma sostenida a la consultoría gerencial, trabajando con empresas líderes, dando soporte a proyectos de relevancia y usando metodologías propias, con la convicción que la tecnología no es suficiente sin una buena gestión gerencial que alinee los recursos humanos y la conservación del medio ambiente que nos sostiene.

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