Si el reciclaje es la lógica y regla de oro de la naturaleza, las tecnologías correctas son las que generan productos o subproductos susceptibles de ser reciclados.
«La energía es un regalo del Universo… y el aprendizaje de cómo utilizarla, el legado de la evolución humana.»
Hace 4.500 millones de años, con los fragmentos de las explosiones de estrellas se formó la Tierra; su composición no ha variado sustancialmente desde entonces, por lo que los elementos que necesita la vida para su funcionamiento se deben reciclar para volverlos a utilizar.
Es así que los seis elementos que originaron la vida y la mantienen activa: Hidrógeno, Oxígeno, Carbono, Nitrógeno, Azufre y Fósforo, se reciclan utilizando sistemas inventados por la propia naturaleza.
Sucede lo mismo con el 1% del agua para beber disponible en la Tierra, la cual requiere ser reciclada y así poder abastecer las demandas de la creciente población; y con el magma que forma el núcleo del planeta que con erupciones volcánicas repone los nutrientes para el crecimiento de las plantas y a la vez se regenera mediante la subducción de la corteza terrestre en las fallas oceánicas.
La naturaleza recicla todos los desechos que producimos los seres vivos y los de los que van desapareciendo; la cadena alimentaria recicla los materiales que pasan de presas a depredadores y al final son reabsorbidos por las plantas como nutrientes.
En nosotros, lo seres vivos, el material biológico que descartamos se recicla de forma permanente con la autofagia, proceso biológico insertado en nuestro metabolismo para conservar la energía en nosotros, “comiéndonos a nosotros mismos”, la base del enfoque del ayuno intermitente para controlar el peso, por la que en 2016 el científico japonés Yoshinori Ohsumi ganó el premio Nobel.
Mala praxis natural
La crisis ambiental es la evidencia de que no le hemos sabido sacar el debido provecho a la energía que nos regala el Universo. Hemos generado basura que no se recicla: plásticos y detergentes que no se biodegradan, pesticidas que destruyen la biodiversidad, refrigerantes que dañan nuestro escudo protector de los rayos solares, fertilizantes, medicinas y otros productos que alteran los procesos vitales en las aguas y que el ambiente no ha aprendido a procesar… todo un arsenal de guerra contra la naturaleza.
Con el pasar del tiempo el ecosistema encontrará rutas para reciclar cualquier contaminante, siempre lo ha logrado, aunque mientras eso tiene lugar en miles o millones de años, muchas generaciones de humanos se verán afectados en su calidad de vida o en su propia existencia.
Nos hemos venido acostumbrado a consumir productos que el ambiente no ha aprendido a reciclar, por lo que, si queremos seguirlos utilizando, la solución consiste en encargarnos nosotros mismos de su procesamiento.
El reciclaje será el modelo a seguir para recuperar recursos naturales que son escasos que hemos incorporado a los sistemas de producción y consumo, tal como se ha venido haciendo con la chatarra de hierro, níquel, cobre y metales diversos y componentes de uso reciente en la tecnología electrónica que son escasos entre otros, litio, plata, platino, titanio y germanio, que pueden recuperarse desde la chatarra que cada día se descarta con mayor intensidad.
Tenemos la solución a la vista y a nuestra disposición en las tecnologías que reciclan la energía con las que funciona la misma naturaleza:
– Las que ya usamos: la energía del viento, la del movimiento de las mareas y la del caudal de grandes ríos, la de la luz solar, energías que se reciclan en el movimiento de turbinas generadoras de electricidad; la energía geotérmica; las celdas de combustible que utilizan hidrógeno, un elemento muy abundante en el planeta.
– Las que nos conviene desarrollar a corto plazo: el reciclaje del CO2 ambiental, al reinyectarlo al subsuelo con contenido de basalto, donde se transforma en caliza sólida. El reciclaje o la utilización de la basura en otras formas útiles, con soluciones parciales que ya se han implementado, aunque disminuir sus cantidades y reciclar los excedentes sigue siendo una línea de acción válida.
La riqueza acumulada por la sociedad es también energía acumulada y se recicla, pues tarde o temprano cambia de manos y se va reintegrando a la comunidad a través de proyectos de interés colectivo.
Así como reciclamos la riqueza necesitamos también estrategias para reciclar las fuentes de empleo, uno de los elementos clave para el equilibrio de la energía social.
Utilizar tecnologías que reciclan la energía que nos regala el Universo de forma natural, es saber usar la energía con inteligencia.
El futuro…
El ingenio que caracteriza a la humanidad está desarrollando múltiples proyectos de inversión que van más allá de los que acabamos de reseñar.
* Con el diseño y la manufactura asistida por computador, CAD/CAM, disponibles desde finales del siglo pasado y potenciadas constantemente, hemos podido reducir los tiempos para desarrollar prototipos novedosos y poner nuevas tecnologías en uso, la inteligencia artificial entre ellas.
* Hay una proliferación de pequeñas aplicaciones, que sumadas son de gran ayuda para ahorrar o reciclar la energía aprovechando las pérdidas de calor o cualquier cosa que se mueva: las pisadas de los transeúntes o la circulación de vehículos y miles de aplicaciones que continúan apareciendo.
De mayor impacto y más allá de la energía de la fisión nuclear que ya utilizamos, existe en las profundidades del origen del Universo un reactor natural alimentado por fusión nuclear, presente en cada destello de luz cuando miramos el cielo nocturno. No contamina y hay suficiente combustible para todos en la Tierra durante al menos miles de años.
Para 2021 ya se habían invertido más de 4 billones de dólares, una medida de las expectativas que se tienen puesta en ella y se ha anunciado una planta piloto ya en construcción en el sur de Francia para 2025, aunque su disponibilidad comercial parece no estar al alcance al menos en tres décadas.
Mientras tanto y a corto plazo nuestras opciones están en el menú que antes resumimos, tecnologías sanas por ser capaces de reciclar la energía contenida en los procesos naturales del ecosistema.
«El reciclaje es el mecanismo inventado por la naturaleza para conservar y reusar con efectividad la energía del Universo.»
